Dia 3: Valle de Bujaruelo

Mª Carmen y Alejandro necesitaban descansar del día de ayer. Hoy tocaba comer en Torla. Por la tarde, aunque llovía (ya estábamos acostumbrados) decidimos visitar el valle de Bujaruelo. La idea inicial era subir en coche por la pista forestal hasta la ermita de S. Nicolás, y desde allí hacer alguna pequeña caminata entre los prados.

Tuvimos que desistir ante el mal estado de la carretera, no por el coche, sino por Mari Carmen. Tanto bote no le iba a sentar nada bien a su barriga que ha de crecer durante los próximos meses.

Decidimos aparcar el coche en cuanto pudiéramos y caminar bajo la lluvia. Alejandro se echó una siesta. En la foto sólo aparece su pierna, pero está enterito durmiendo en la mochila.

 

De nuevo, al cabo de una hora, despertó con hambre que sació con pan de higo.

Después de casi tres horas de excursión, lo mejor es ponerse las botas de papá para andar más cómodo y relajarse.

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